lunes, 3 de septiembre de 2012

Capítulo 1


Desde que ayer empecé el diario, mi vida ha mejorado un poco. He llegado a pensar que Louise, la psicóloga, tenía razón. Ayer cuando fui a verla, me encontré con una compañera de clase con la cual no hablaba mucho, pero hicimos juntas la terapia y la verdad es que me di cuenta que las dos teníamos muchas cosas en común. La chica se llama Rose y va conmigo a clase, al principio me pareció una tontería hacer la terapia juntas, sin embargo en ella descubrimos que tenemos muchas cosas en común. Rose, tampoco se junta con mucha gente, solo va con un chico un poco misterioso también de clase, que se llama Liam. Rose la razón por la que va a la terapia es porque su padre abusó de ella cuando tan solo era una niña de 10 años.  Cuando salimos de la consulta,  Rose me invitó a tomar algo en una cafetería que había cerca de la consulta.

-¿Qué quieres tomar?- me preguntó.
-Mmmm, a ver que piense…-al cabo de unos segundos contesté- Un smoothie de fresa y plátano. ¿Y tú?
-Creo que me pediré lo mismo, aunque de piña y coco.- me sonrió-Sabes, antes de entrar a la consulta pensaba que eras un poco rarita y gracias a esta tarde, me he dado cuenta por todo lo que has pasado y lo siento por juzgarte sin conocerte.  ¿No echas de menos España?
-Sí, la verdad, echo de menos a algunos familiares y a una amiga.
-Yo no sé qué haría si me dijeran que me tengo que irme de aquí, de Oxford.
-Al final te acostumbras, no podía estar allí, no era capaz. Sí echo de menos a mi padre, pero todos necesitábamos un cambio de aires. ¿Lo de tu padre lo sabe mucha gente?- le pregunté con curiosidad.
-No, solo lo saben Liam y Leah.
-¿Leah?- le pregunté extrañada. No es que tuviera nada en contra de ella, sino que durante la semana que llevaba de Instituto, ella no se portaba bien con nadie. Forma parte del equipo de volley y se cree la mejor.
-Sí, aunque te extrañe, ella no es así de siempre. Leah era mi mejor amiga, sin embargo teníamos diferentes intereses. Ella solo quiere que alguien se fije en ella y poder ser una famosa modelo de Victoria Secret y yo solo quiero conseguir dinero para poder sacar a mi familia adelante.
-Yo te entiendo, pero creo que a pesar de tener diferentes metas en la vida, podéis ser amigas. Por ejemplo, en España  a mi amiga Clara le gusta crear programas de Internet y a mí me gustaba escribir y mi sueño era ser una buena escritora.
-¿Te gustaba? ¿Ya no te gusta? – me preguntó con curiosidad.
-Sí, pero no lo hago con la misma frecuencia y a la única persona que se lo enseñaba era a él…- no puede evitar derrumbarme.
-Lo siento, lo que menos quería era hacerte daño.- dijo arrepentida.
-No pasa nasa, el problema es que aún no me he acostumbrado a decir que mi hermano ha muerto y oírlo en voz alta, me duele.
-Cambiando de tema, ¿qué te traes con el capitán del equipo de fútbol?- me preguntó con una sonrisa picarona.
-¿Quién se supone que es el capitán del equipo de fútbol?
- ¿No lo sabes?
- No… ¿Quién es?
 - ¡Noah!
- Aaa, pues nada. Solo es amable, en cambio yo con él no- reímos- La verdad, es que nunca me he fijado en él.

Gracias a ir a la consulta, descubrí que había encontrado a una nueva amiga. En casa, mi hermano estaba viendo Sponge Bob y mi madre y mi abuela estaban haciendo la cena. Estaban preparando el típico fish and chips y si queréis saber mi opinión, no es uno de mis platos favoritos. Me senté en el sofá junto a mi hermano, me preguntó cómo me había ido el día y ahí me di cuenta que había sido el mejor día que había tenido desde que llegué aquí. La cena fue bastante animada. Después, vimos dos capítulos de mi serie favorita, Gossip Girl. Estoy enamorada de Chace Crawford, es taaaan sexy. Mientras veíamos la serie, mi hermano estaba jugando a la PSP. Jake es un viciado, siempre que se aburre coge la PSP o la Play, y ya está todo arreglado. Era algo que tenía en común con Ángel y es una cosa donde más lo echa de menos. Las tardes de los domingos jugaban al Pro. Así se pasaban horas, mientras yo las pasaba enganchada a Twitter. Vale, yo también estoy viciada a Twitter, pero gracias a eso puedo estar en contacto con mis escritores y cantantes favoritos. De pronto, me llegó un WhastApp a la Blackberry. Era de Jorge, mi ex, me extrañó que me enviara ese sms, ya que hacía dos meses que no hablaba con él.

Hola Leire, ¿qué tal? Espero que mejor que cuando te fuiste. Fui un idiota por dejarte ir sin despedirme de ti. Lo siento, siento mucho lo que pasó en Mayo, en serio, te echo de menos. Puede que no quieras saber nada de mí, sé que no estuve cuando más me necesitabas, pero se me partía el corazón al verte llorar por lo de tu hermano. Leire, a ver si coincidimos alguna vez en el chat del Tuenti. Te quiero, J.”

No le iba a contestar, pero Jake lo leyó y dijo que debía contestarle, A pesar de que tiene 8 años, es muy maduro, y a veces parece que esté hablando con Ángel.

Hola Jorge, pues bien, estoy mejor. Gracias por mandar este sms. Aquí me has demostrado que aún te acuerdas de mí y que no eres como los demás. No te tengo nada que perdonar, en parte, te comprendo. ¿Sabes que estoy viviendo en Oxford? No estaba muy contenta de vivir en éste pueblo, pero ahora me he dado cuenta de que no estoy tan mal viviendo aquí. Echo de menos Valencia, aunque sé que si vuelvo no será la mismo que antes. Así que, prefiero vivir en Inglaterra y no enfrentarme con la realidad en España. Gracias, por el sms. Ha significado mucho para mí. Recuerdos de parte de Jake. Ya hablamos.(LL)”

A los poco minutos volvió a sonar.

“ Leire que contento estoy, no creía que fueras a respoder. Dale de mi parte también muchos recuerdos y que le debo la revancha. Bueno, ya hablamos que aquí es una hora más y mañana hay clase. Te quiero, J”

Las razones por las que lo dejamos, fue porque cuando Ángel nos dejó, me encerré en mí misma y no dejaba que nadie entrara en mi bola de cristal. Después de tanto tiempo me di cuenta de que le echaba de menos. Todos los sábados quedábamos y hacíamos cosas diferentes. Estaba muy enamorada de él, ahora aunque a veces le necesito, fue una buena decisión romper con él. Si no, ahora le estaría echando tanto de menos, que sería otro problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario